No me dirás qué es bueno y qué no lo es para mí, no te preocuparás por mi dependencia ni por mi obsesión dietética.
Y las cosas nunca volverán a ser iguales, no importa si revoloteo a tu alrededor que jamás volveremos a ser esas dos personas que se creían que el mundo se escondía en alzar la cabeza y ser felices.
+Conclusión: que he sido una gilipollas...
-Eso no es verdad.
+Es una de esas personas que das gracias a Dios por que haya alguien como ella en este mundo de mierda.
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