Ella levanta los ojos translúcidos hacia él, qué momento más incómodo, se deja oír un tamborileo de los dedos sobre la mesa de madera, joder tiene la cara empapada; ella vuelve a bajar la mirada, derrotada. Criatura, ¿qué esperabas? Se pincha los dedos con el tallo de la rosa, el sofá ahora mismo es de lo más incómodo, y a todo esto a nadie se le ha ocurrido recoger los pedazos del vaso de cristal que yace en el suelo, ella sorbe por la nariz, él la mira parcialmente preocupado, ¿y ahora qué?
-Creo que no es el mejor momento para decirlo, pero la flor es de tu jardín, espero que no te importe.
-Que te jodan...
Nunca podríamos serlo, nunca lo seríamos... somos imposibles.
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