Y ahí estabas tú, con las manos sujetando la nuca, mirándome como si hubiéramos nacido para encontrarnos en esa situación.
Y ahí estaba yo, dejando cerrar la puerta con la corriente y burlándome de mis pestañas y de tu mala educación.
Ya no tienes miedo, ya no tienes prejuicios sobre los perjuicios, ya no juegas a mirarme cual Bambi acojonado desde el otro extremo del cuarto, cambian los papeles y ahora soy yo la que levanta las cejas preguntándose cómo narices has conseguido pasar de mis brazos y colonizar mi cama.
You're a million miles away; so, come closer!
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