Nosotros.
Ese "nosotros" tan maravilloso, que nos hace crecer, sentir, sonreír a medias cuando lo decimos, que nos hace sentirnos orgullosos de lo que hemos creado.
Ese "nosotros" que se está convirtiendo día a día en un "tú" y, muy de vez en cuando, "yo".
Mientras vamos cayéndonos en el abismo, mientras voy volviendo a mi Noviembre, mientras el mundo se empequeñece y toda excusa queda reducida a palabras susurradas, aquello en lo que éramos ejemplo se vuelve desastre, todo se derrumba y se reconstruye cada cinco minutos, todo va y vuelve sin descanso.
No podrías solo aparcar ese orgullo y sin sentido, aparcar miradas de refilón, aparcar fachadas. Porque en eso nos basamos, ¿no? Tú y yo. En el aparcar fachadas y convencionalismos, en no fingir, ser cómodos, ser Nosotros. Y esa es la mayor farsa de todas.
Peor que cuando jugamos, que cuando juramos un falso te quiero, que cuando utilizamos a quienes nos rodean, que cuando nos reímos de la gente, la mayor de todas las mentiras es el sostener que no somos dos, que somos simple y llanamente Nosotros.
~Mi opinión es esta: aunque te quiera -que te quiere- está jugando.
+No tienes ni idea de con quién juegas.
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