martes, 23 de julio de 2013

Crystal

Ella puede acariciar las estrellas con solo sacudir la melena, ella es el dónde y el cuándo, la piedra angular de un día de playa, la locura de la brújula.
Esta mañana sus manos escuálidas no hacen sino bendecir a las sábanas con su delicado contacto. Su pelo ahora pobre es quien concede a la almohada el honor de besar sus pálidas mejillas. Su mirada brillante es la culpable de que los ángeles se regocijen en la certeza de su pronta compañía.
Ella brilla como un campo de girasoles, huele como un hielo al atardecer, baila como una hoja envejecida, guiña los ojos hacia el sur y hace que todos giremos sobre nuestros piececitos de charol buscando en el horizonte consuelo y por qués.


+ Así me entretengo. ¿Y qué si duele a veces? También hace sonreír. Me hace sentir bien, ¿qué más da?
< A saber la de oportunidades de empezar algo nuevo que estarás perdiendo solo por empeñarte en seguir abriéndote esa herida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario