sábado, 28 de mayo de 2011

Justo un año después del naufragio de tu barco de papel.

Querido Yo Olvidado:
Ha pasado un año desde que no estás en mis escritos y en mi ser, no te imaginas la cantidad de cosas que han cambiado por aquí...
Redecoré la casa, siempre decías que tenía que hacerlo, que tenía que "personalizar mi espacio". Pues bien.
Isabel como siempre, que si sí, que si no, juega con lo prohibido, se apunta a un bombardeo, a veces no se seguir su ritmo...
Gonzalo volvió y se fue. Sí, se ha ido. Pero aún es pronto para que entiendas eso.
Qué más decirte, ahí tienes a Fernando, lo ves cada día, y aún no sabes lo genial que es.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr3LtO_ehAb3OXwkuru5L5iKxcqOkkCMH8-XfkD3w5JfkT9P337028LHfO7vgnQPrxLdpx40DlTSwGDbxgdV754vwe00S9y1MFunEw4Ea46CjCKyqOTd6zxB8Npc3zAiNBvKnBAEfi1H0/s1600/tumblr_ll27diyjB31qf75j7o1_500_large.jpg¿Y Margarita? Ni te acuerdas de ella, pero verás cuando vuelva. La querrás como a nadie, le tendrás ese cariño que solo aparece cuando conectas con alguien desde el principio.
Javier, bueno, no sé qué decirte, estás ciega... pero es pronto también para que recuperes la vista. Ya habrá tiempo.
Porque aunque crees que no, querida mía, aunque crees que no, lo habrá. No habrá tiempo para Gonzalos, ni para Javieres, ni siquiera para Fernandos, no, pero verás cómo habrá tiempo para recordar, para soñar, para jugar, para odiar y por supuesto también para amar; cómo un extraño tipo con un sombrero y su eterno pasado te enseñarán que se puede ser feliz, hablo de ser feliz de verdad.
No hablo de amar, de reír, de besar, ni siquiera de oir cumplidos cuando estás hecha un desastre.
Hablo de jugar, de hablar, de abrir el corazón para lo bueno y lo malo, de mirarse a los ojos, de callarse te quieros, de escalofrios, hablo de ser feliz, pequeña catorceañera, de ser feliz.


Espera y verás.



-Quiero creerte.
-Si quisieras, lo harías. 

domingo, 22 de mayo de 2011

Y no volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer.

Qué extraño, no le dio un vuelco el corazón con una perdida que prometía a gritos que iba a verle sonreír, no le importó no tener tiempo de estar especialmente guapa, no se preocupó por que su pelo oliese a Lacoste, ni su madre vio razones para preguntarle a dónde iba que estaba tan contenta.
Qué raro, que sintió una profunda indiferencia en tanto que pisaba los peldaños de las escaleras, que tres minutos se quedó ahí, pasivamente, esperándole sin demasiada emoción.
Y entonces le vio, involuntariamente le hizo reír, y algo presionó su alma justo donde se activan los músculos que dibujan una sonrisa.
Y hablaron, hablaron, hablaron como siempre, o quizá no tan como siempre, sea como sea se sorprendió a sí misma sonriendo como una idiota, y preguntándose por qué sus palabras bonitas la estaban conmoviendo o por qué solo podía pensar en hacerle callar con un beso, después de esos maravillosamente duros diez días enseñándose a sí misma las ventajas de la independencia, enseñándose que sí, que sabía vivir sin él, esos diez días sin ver su sonrisa a dos centímetros.
Pero pobre niña que juega a ser fuerte, no sabía que sería entonces, cuando él la ayudó a levantarse del suelo y de las dudas, cuando sintió su tacto en la muñeca y le miró acercarse y, como siempre, o mejor dicho como nunca, dejar que sus labios rozasen los de ella, fue entonces cuando esa muralla de hielo que ella había construido al rededor de su corazón durante diez días estalló en mil pedazos, liberando su pecho sangrante y palpitante, y tembló, tembló como si fuese su primer beso o mejor dicho como si fuese un beso cualquiera entre ellos dos.



Cuídala bien, y te estoy hablando en serio, porque no sabes la suerte que tienes... ¿Sabes? Ella es una de las personas más maravillosas que he conocido. Y no hay nada que odie más que mentirla.

The pursuit or Happyness.

Lo echaba de menos. Echaba de menos buscar su sonrisa y cómo le hacía sonreír verla. Echaba de menos levantarse cada mañana y querer imaginar que él estaba a su lado para acompañar un beso en el hombro con un buenos días mi niña. También echaba de menos el abrazar a un osito soñando con su olor, el no dormir con una camiseta suya, el darle nuevos sentidos a las canciones. El buscar su colonia en la tienda de turno. 
Echaba de menos bailar cuando volvía a casa sola por la calle, cantar canciones sin saberse la letra, y por supuesto echaba de menos besarle y sentirle en una despedida muy calurosa.
Echaba de menos tener ganas de llorar ante sus prejuicios, echaba de menos sentirse frustrada por su culpa y echaba de menos rayar ese número, su Número, en los cristales del 129. Echaba de menos no decirle te quiero.
Pero ella, pobre ingénua, no podía imaginar que esa agonía se prolongaría en el tiempo y en su vida, porque cuando dejase de ser un 129 sería un 125, porque guardaría las chapitas de cientos de latas que prometan el amor de cientos de letras diferentes. Porque ella, pobre ingénua, estaba total e irrebocablemente enamorada del amor.




-Vengo para besarte, abrazarte, y me voy.

miércoles, 18 de mayo de 2011

So may, you make Time to try to find somebody else.

Ahora es cuando se supone que debo encontrar alguien, a alguien Capaz.
Capaz de jurarme que se muere de ganas de verme pero incapaz de cederme una tarde. Capaz de venir solo cuando no ha dicho que lo hará, y de no dignarse a aparecer cuando le espero. Capaz de hacerme esperar dos minutos porque le parece precioso mirarme desde lejos sin que me dé cuenta. Capaz de besarme entre palabra y palabra en una llamada telefónica. Capaz de mentirme día sí y día también. Capaz de acelerarme el corazón con una caricia. Capaz de jurarme que soy maravillosa cuando va con dos copas de más. Capaz de colgarme sin más y no llamar después. Capaz de darle la vuelta a mi estómago con cada beso. Capaz de opinar que estoy muy sexy borracha. Capaz de escribirme a las dos de la mañana para darme las buenas noches. Capaz de ponerme celosa cuando se vaya a una fiesta. Capaz de convertir lo cursi en romántico.
Alguien casi, pero solo casi, tan Capaz como tú.




-¿Y por qué decidiste contármelo a mí?
+Por que eres la única en el mundo que me entiende y me puede aconsejar bien de verdad.

sábado, 14 de mayo de 2011

Playing the fools.

Mientras el blanco algodón de su vestido nuevo se desliza por sus muslos hasta conocer la moqueta; mientras siente los ojos color avellana de su pasado clavados en ella como puñales que le atraviesan la pálida piel y el alma, y mientras el repiqueteo de la lluvia le recuerda a promesas de un beso sin cumplir, el patético destino quiere encontrar un parecido entre esos ojos que la observan y los de él. Estúpida como solo sabe ser ella, se dice que esos dos pares de ojos que le han robado respiración y corazón tienen el mismo color, pero los de él son algo más claros y  más redondos, son esos ojos con los que desnuda sus pensamientos cada tarde hablando de todo y de nada, mirándose enterrados en silencios, enfrentados en un eterno duelo.
Y en ese momento, con su ansiado pasado rendido enfrente de ella, echa de menos la redondez casi infantil de sus ojos, la forma en la que la miran como si el mundo entero se enterrase en sus pupilas; y su sonrisa, tan única y tan capaz, tan capaz de hacerla olvidar…

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghrxAGNxWtmg00XLt7bcLp8tGnql8s7GoPiraIpk4XeC5SbtCKjqb-k63QDImFBTbDvdMAp12hoRMew6U-JlfzHfJ3IZgYxdaKilGSS6AZs6WKoxB3-8FCWRB2mMV96QDLRyUEMT8h44E/s400/mirada.jpg

No te rías por no llorar...

jueves, 12 de mayo de 2011

Where the voice still echos...

Empuja con pesadez la puerta y atraviesa un portal pintado de recuerdos dulces y no tan dulces. La tarde se jura dura, sube las escaleras de una en una, dejando tiempo suficiente para memorizar cada peldaño.
Atraviesa la puerta, un beso a mamá y se encierra en su cuarto, en su mundo.
Desde la cama cree verle filosofar sobre su habitación. Como siempre, teniendo una opinión inamovible.
Por un momento está ahí, sus ojos la miran con fijeza y dibuja esa sonrisa que le hace querer enterrarle entre sus sábanas, en su mundo particular construido a base de palabras tambaleantes.
Y ella se descubre con los ojos húmedos y huye de esos colores llenos de recuerdos, con su música maquiavélica y cancerígena.
Pero no hay voluntad que la salve de volver a aquel lugar que vio tantas veces sus manos, volver allí y sentir su ausencia con más fuerza que cuando siente su presencia, y no hay modo de evitar volver allí una y otra y otra y otra vez en contra de su voluntad.
Durante el resto del día su sonrisa le acompañará como fiel can dondequiera que vaya.
Porque ella intentó tanto mantenerse lejos de su lugar de encuentro...




-Suena duro, lo es, pero la realidad es que se ha hartado de ti. Lo que pasa es que le importas y no quiere hacerte daño.
+Pero, ¿y si...?
-Deja de idear posibilidades para vuestra relación y empieza a idear posibilidades para vuestra no-relación.

lunes, 2 de mayo de 2011

Fuck the frog.

Tú golpeas, yo me defiendo.
Siempre es así, siempre ha sido así. Siempre.
Tanto que sí, que no, que sí.
Lo único que te pido, lo único que quiero de verdad es que nos vayamos lejos, solos Tú y Yo, infectados de amor, locos de cordura, enfermos el uno del otro. Que tengamos esa Felicidad que nos caracteriza un día sí y un día no.
Ser nosotros, nosotros, Nosotros. Ser una mirada a través de los cristales de un autobús, un beso que interrumpa una llamada telefónica o un mordisco en el cuello. Ser luz, ser tú y yo, ser metálicos y ser la letra de dos mil canciones distintas.
Pero no puedes, no puedes dejar tu orgullo, porque eres tú, y porque soy yo, porque tú golpeas y yo me defiendo, porque un paso dado por ti se cobra con tres dados por mí.
Porque son cosas que pasan.

 
 
 
+Seamos sinceros, siempre tienes un plan mejor.
-No, tú eres mi plan mejor...