lunes, 30 de enero de 2012

Break a mirror, roll the dice...



El volumen te está destrozando los tímpanos, no oyes nada más a tu alrededor, pero realmente no te importa... Miras a tu alrededor, ves a 60.000 personas que no conoces de nada, pero qué más da, esta noche todos son tus amigos de toda la vida, miles de gargantas gritando al unísono un mal intento de inglés, o de alemán, o de algo que se le parezca. Todo es tal y como te lo han contado, no, para nada, qué digo, es mucho, muchísimo mejor.

No sientes nada, no ves nada, no recuerdas nada, solo existe este momento, esta excitación, esta emoción, bienestar, risa, felicidad en estado puro.
Es una sensación única.



[Te voy a echar de menos.

jueves, 26 de enero de 2012

Perfecta en tu imperfección.

Deja de calibrar tus proporciones en el espejo y de igualarte a otras niñatas que no te llegan en personalidad a la suela de los zapatos. Tus pupilas ya se saben el camino de tu columna vertebral de memoria, no insistas. Los cambios constantes entre autocompasión y egolatría son tu ficha de presentación. Y ya sabes lo que dejan ver. Fragil. Fragil. Fragil. Fragil. Hazte un favor, coge todo lo bueno que tienes, saca esa sonrisa fácil, ponte tus más extravagantes galas y patéate la ciudad mirando por encima del hombro a todas aquellas que se les ocurra siquiera imaginarse que pueden valer más que tú. ¿Acaso no te das cuenta de que una personalidad es el don mas poco común y más atractivo? No mires así, no las mires así. No sufras por la fuerza de los demás, que todo se aprende, y ya sabes, ser tu misma es lo que cuenta.


Por favor...
Por favor, por favor, por favor, no te vayas.

miércoles, 18 de enero de 2012

Aún no sé decirte que no.

Pero, ¿cómo...? Si estás ahí, apoyado en la verja de la piscina, fingiendo que es por casualidad, como tantas veces antes, como siempre.
Hacía mucho que tenías ganas de venir, me confiesas mientras sonríes y te pasas una mano por el pelo, tienes muchos recuerdos de este portal. Estoy muy callada, comentas mirándome extrañado, te fulmino con la mirada y te ríes. Nadie puede negar todas las cosas que han cambiado, me recuerdas que aún te debo un beso,
Qué frío hace, me agarro a tu abrigo apretándome contra ti en tanto que bajamos Arturo Soria hasta donde nos alcancen los recuerdos. Y seguimos así, juntos, solos, en todos los sitios que nos parecieron el Edén aquel tiempo, y qué le vamos a hacer si la vida cambia, y cómo vamos a evitar que haya pasado el tiempo, y cómo, joder, joder, cómo voy a evitar quererte...



<No son más que palabras tontas para evitar decir la verdad: "ya no me gustas"

jueves, 12 de enero de 2012

Que las cosas malas casi parecen buenas a tu lado.

Tú y yo seríamos de esos, de esos que no son como ningún patrón. Nos cogeríamos del dedo meñique para que no nos separase la carretera y mandaríamos un beso -pero solo uno- por una tarjeta postal dirección nuestro buzón de cartón a prueba de lluvias. Además nuestro día especial sería los martes, porque joder, ya va siendo hora de que le quite el gafe. Y la lluvia el granizo puede ser nuestro fetiche. Un beso que te deje los dedos engangrenados, ¿a que mola?
Podemos quedar todos los sábados en Alonso Martinez. Te preguntarás por qué, ¿y por qué no? 
Y podríamos ir al bar de la esquina de la canción de Pereza. Y tener un amor de quince días. O de quince vidas. Ya sabes, en ese bar que hace esquina con la Calle Mayor. camente enamorados, espidamente drogados, arrasadoramente reconquistados. También podría darte tu primer beso de Lunes. Porque te daría un beso el lunes. Y el martes, y el miércoles, y todos los días. Pero solo uno.


<Habríais podido tener una historia increíble.
Ahora, cúrratelo.

martes, 3 de enero de 2012

Aquellas cosas que no viviste vuelven hoy para decirte "quédate un ratito más".

Ese maravilloso momento, las luces, los aplausos, los gritos, las risas, la música, el movimiento, los colores y en medio del barullo la última campanada no le llega a la suela de los zapatos en esplendor a nuestro beso, tu cuerpo contra el mío, el ruido y como escenario la Puerta del Sol, yo que bebo de ti, tu que respiras de mí, mis uñas que se aferran a tu abrigo, tus dedos que se pierden en mis mechones, la gente que nos mira, los jóvenes divertidos, los mayores escandalizados, los dos que sabemos a vodka y a uvas, me miras y me recuerdas en un grito que fue culpa mía.


+ Si me echas de menos, ya sabes donde estoy...
- Sí, vale
+ Estaré esperando.
- Yo también.