sábado, 27 de agosto de 2011

Do me a favour and break my nose

Su respiración agitada y la confusión de sus ojos que lo dicen todo. Traga saliva. Ella.
Lee una y otra vez las líneas de la preocupación. Ella... No sabe qué decir ni qué hacer, se ha encerrado en una caja de madera de la que no sabe cómo salir. Ella, ella, ella... su confianza la tortura más que un año sin ver llover. El miedo, miedo a la decepción. Ella. Y ahí está esa palabra, ese "no me lo esperaba", ese daño ya hecho e irreparable, dónde, dónde está escondido el sincero perdón, dónde la comprensión, cómo restaurar la amistad perdida. Y, de pronto, en esa oscura caja de madera apareció una luz...



+Estoy feliz, en serio.
*Unos ganan y otros pierden...

martes, 9 de agosto de 2011

C'mere.

Noviembre. Arturo Soria. Una pareja joven discute airadamente. A su lado, una anciana aprieta junto con su bastón el peso de los años y los recuerdos caducados. Un poco más allá, una niña de unos quince meses empieza a lograr sus primeros pasos. Tal vez ya ande para Navidad. Unos ojos grandes la observan enternecidos. Su propietaria se gira ahora hacia su amiga, que está a su lado en ese banco. Una, de pelo moreno y sonrisa dulce, ojos verdosos y amor incondicional a Laura Paussini. Otra, rubia y de ojos grises, tendencia a quedarse dormida y enamorada de los espaguetis. Tienen dieciséis años, y la vida en los pulmones.
-Sabes que yo le quiero muchísimo, pero...
-¿Pero?
-Solo prométeme que cuando se acabe estarás bien.
-Confía en mí, tendré cuidado...

Junio. Avenida de san Luis nunca había tenido unas vistas tan maravillosas. Al menos, eso piensa ella. Se quedaría en ese banco hasta el fin del mundo, mirando las estrellas. Escucha al lado la voz pausada de su amiga la incorregible, que sabe más que ella de astronomía pero no del amor. En eso ambas tienen un aprobado flojo. Percibe que su tono de pronto cambia.
-Me has impresionado, oye. Al final, no te hundiste tanto como yo pensaba. Me alegro.
-Sí-ella fuerza una sonrisa en tanto que lleva las manos atrás y acaricia el nudo con que él la ató a su tiempo y a la vida.





-Te echo de menos.

+Te sorprenderá, pero creo que nos vendrá bien.

domingo, 7 de agosto de 2011

Ten years today.

+Otra vez aquí. Hacía tiempo que no venía, sin ti no era lo mismo. Pero aquí estás y aquí estoy… otra vez como si fuera de casualidad, ¿verdad? No, no contestes. No digas nada en absoluto…
>>La calle ha cambiado, ¿a que sí? Ya no están las vallas publicitarias que tanto odiábamos. También los autobuses son diferentes. Y las paradas. O tal vez sea una cuestión de subjetividad.
>>Tengo que confesarte -nunca he sabido guardarte secretos- que me acuerdo de ti todos los días. Desayuno con tu mirada clara, después paso el día encerrada en tus sonrisas y me acuesto rodeada por tu recuerdo. Y mis sábanas aún huelen a ti. O quizá vuelva a pecar en imparcialidad. No, no es que no me enseñases nada, es que no quiero verte desaparecer. Aún no.
>>Cada día veo nuestro rincón, de lejos, paso como una bala para evitar su amargo veneno punzante, a lo mejor me creo que si lo hago así dejaré de atragantarme los cereales con tus ojos o quizá incluso podré dormir sin tus palabras bonitas, tal vez piense que de este modo yo y mis lágrimas no gritaremos tu nombre a la noche, o puede que tenga la esperanza de que así dejaré de preguntarme por qué cojones tuviste que subir justo a ese avión.

http://cosasquecreemos.files.wordpress.com/2011/03/abandono1.jpg


-Ya te has encariñado, ¿no?
+Espero que sea una pregunta retórica.