martes, 23 de abril de 2013

Dejarse llevar suena demasiado bien

Se le había olvidado completamente cómo sabía un primer beso, en ese momento se dio cuenta de que no había vuelto a sentir el significado de la palabra "contención" acelerando su corazón y escalofriando sus piernas. Pero qué barato, qué sencillo. Camisas en el suelo del dormitorio, se le había olvidado lo que era sentirse tan niña y tan mujer, hacía años que no levantaba tímidamente la cabeza sin saber qué vendría a continuación y ese instante le supo a gloria. Besos ligeros, besos vacíos, perdió el control en un momento y de la forma más tonta sus pensamientos se pararon en la Avenida de las Disculpas, vaya niña más boba, tú juega y diviértete que ya vendrá después el miedo a haber actuado mal.


"No se lo decimos a nadie, y tan amigos como siempre"

martes, 16 de abril de 2013

I just can't look, it's killing me

Quédate ahí, donde tu olor no perturbe mis sueños y decida inventar y susurrar en la noche. Mantente detrás de ese sauce llorón, donde yo no pueda verte, jugando con las mariposas. Quédate escribiendo en una libreta debajo del hielo, mientras yo atraviese el lago en mi bote. Dibuja las texturas del aire que nos separa en tonos pastel, con tanta fuerza que no seamos capaces de ver lo que hay al otro lado de él. Me taparé los oídos fuerte, muy fuerte, cuando oiga que te ríes en algún acorde de las campanadas. Teje una cortina de tela de araña a mi alrededor, pero no olvides dejarme dentro una caja llena de fotos. Permanece amordazado en tu desventura, mis ojos ya no pueden ayudarte a salir de ella. Juega, piensa, crece, siente y vive, pero sobretodo deja vivir.


You call to me and I fall at your feet, how could anyone ask for more?

Hipocresía

París, mes de agosto. El bochorno se cuela en un café clásico que hace esquina con la calle principal. Pet, sentado en la terraza, es el único que se ha atrevido a desafiar a los termómetros y ha huido del ventilador. Desde dentro, al otro lado del escaparate, unas jovencitas le miran tapándose la boca, risueñas. Pet con su inmaculado pañuelo blanco -el inmaculado pañuelo blanco que tiene sus iniciales bordadas- limpia la hoja de su cuchillo. Las chicas dejan de mirar. En un momento tiene que deshacerse de su pañuelo, ahora teñido de rojo. Qué disgusto se llevará mamá. A Pet no le gustan las armas de fuego, ya que estas matan a distancia y, a fin de cuentas, él es un caballero. Ya saben a qué me refiero, ¿no es así? Le gusta darle la oportunidad al pobre inocente de defenderse con algo, hace aún más placentero el momento de hundir la implacable hoja en su cuerpo. Porque Pet ama el Arte, lee a Baudelaire por las noches y realiza sus encargos con una limpia puñalada en el pecho por la tarde, con eso su cliente debe quedar satisfecho. Y es que Pet no es un vulgar sicario, jamás rompería una pierna o dispararía en un hombro. Eso es tan rudo... él es un trabajador medio que ofrece un servicio y cobra por él. Y cobra bien, acaricia la piel del maletín. Marie podrá tener unas buenas vacaciones.
Pet apura el café y se encamina respirando París hasta su portal. París es una ciudad de fachadas; Pet ama el arte y por extensión ama París. No ama tanto su portal, siempre desconchado y con el ascensor averiado. Pero no... hoy el ascensor no está averiado y quizá sea esto lo que desconcierta y pone en guardia a Pet. Sube por las escaleras. La puerta del piso entreavierta, la abre de un golpe y se precipita en el interior gritando el nombre de Marie. Los ciclones del Monzón parecen haber cambiado de ruta para atravesar su salón, y la melena de Marie perturba el color carmín que ahora cubre su cocina. Y Pet grita. Y llora. Y luego  grita. Y corre al cuarto de Joseph. Y sabe lo que va a encontrar, lo sabe desde el momento en que ve las sábanas azules de la cuna llorando sangre. Con el cuerpo del niño vuelve a por su niña. El peso de Joseph que ya no es Joseph y las lágrimas le hacen caer de rodillas. Tal vez fueran los mafiosos de Le Grand, había ignorado demasiadas advertencias. Pero este es un golpe demasiado bajo. Mientras su desolación contempla la performance que se ha montado en la cocina, se pregunta quién podría hacer una cosa así.



-Me echó la bronca, y lo agradecí porque necesitaba que alguien me echara la bronca. ¡Tú nunca me echas la bronca!
-No tengo nada que reprocharte...

miércoles, 10 de abril de 2013

Ofelia no sabe nadar entre las flores.

Baila, baila, pequeña mariposita, baila, salta entre los juncos, arrastra la cola de tu vestido blanco sobre la superficie del agua impura, deja que las flores se aparten a tu paso y las criaturas de ribera te hagan reverencias, ríe como el agua al entrar en tu garganta, destroza tus zapatitos con las piedras del fondo, gira desacompasada, deja ondear tus brazos, y deja que el río te trague mientras bailas al son de tu última canción.


martes, 9 de abril de 2013

Ofelia no sabe nadar.

No le cabe en absoluto duda de la ingenuidad que palpita en cada uno de sus movimientos, en sus caídas de ojos y de barbilla, en la cortina de pelo que esconde su mirada risueña, puede apostar mil contra uno a que su corazón le recorre todo el sistema circulatorio dando tumbos cuando él la mira, adora esa inocencia del lunar de su mejilla, tan cándida, tan dulce y tan pueril... el problema está en que debajo de ese lunar reside un corazón envenenado, empachado por su cuenta y riesgo a base de cicuta. Perdónala, buen hombre, no puede evitarlo, su sonrisa griega de cartón piedra nada puede hacer por devolver el calor a su alma.


+ Ha matado a Ofelia, ha matado a Ofelia.
- ¿No te queda otra semilla?
+ Pero no podré llamarla Ofelia... y Ofelia es perfecto para una planta.
- ¿Por qué?
+ Porque Ofelia no sabe nadar entre las flores...

How did it end up like this? It was only a kiss, it was only a kiss.

viernes, 5 de abril de 2013

Mirada sesenta y uno.


¿Dónde está el detalle que nos enloquece? ¿Qué tiene esa palmadita? ¿Dónde está esa línea, la frontera entre lo correcto y lo arriesgado? Jugamos a la casualidad, es tan divertido tomar café con tu blusa puesta. ¿En qué momento tengo que pararte los pies, dónde está esa línea que divide mi realidad? Cuando todo intoxica, ¿dónde está ese punto en el que el veneno se vuelve mortal? Descubramos el límite, tanteémoslo, recorrámoslo sin atrevernos a atravesarlo. Cuando has cedido, lo has alejado tantas veces, llega un punto en que te sorprendes kilómetros más allá esa difusa rayita que trazaste un día. Pero tiene que existir. Tu blusa ya no está blanca, está hecha jirones y tuvo que romperse en algún momento; ya no me traes café a la cama, es más, ya no me traes a la cama, las casualidades siempre son obra de la premeditación y mi realidad ahora es una niña de seis años sucia de barro y bastante despeinada.


Eres el segundo en que sueño que te veo cuando me despierto, eres el impulso preciso que me ayuda a levantar el cuerpo. Diez minutos de silencio que hacen que esté tranquilo y me olvide del tiempo. Desayuno de tus besos, noticias de tu pelo, ducha de tus dedos. Y en mis horas nacen solas las palabras que dispararé. Luego, tiemblo, se hace eterno el segundo en que...
Pestañeo de un segundo, del tiempo que se tarda en entrar en tu mundo. Mirada sesenta y uno, la sábana se abre haciendo de saludo. Vistacito a tu desnudo, con solo una sonrisa ya me dejas mudo. Palmadita en tu culo, paseo por tu ombligo, a tu cadera subo.

lunes, 1 de abril de 2013

NARC, NARC, NARC.

Saltaba bailando claqué de baldosa en baldosa sin reparar en las miradas que suscitaba en la multitud, sus chapines de rubíes volvían a bailar haciéndola girar en la mediana con la cara vuelta hacia la libertad del cielo, su sonrisa radiante no revelaba los anhelos desesperados de su alma, ella es pura máscara. Se abre el cielo y bombas en forma de granizo cubren la calle y le arañan la cara, se le enredan en el pelo e impiden el ballet de su falda alrededor de su cuerpo. La gente corre bajo los paraguas para salvarse de los proyectiles, y de pronto la calle está vacía y ella quieta, con la cara relajada vuelta hacia las nubes, mientras siente las frías cuchillas de hielo haciéndole daño en la piel, se le abre una herida en la mejilla y las pequeñas gotitas de sangre se mezclan con dos gruesas lágrimas que han decidido nacer porque se le dan demasiado bien las fechas.


-Interpol...
+¿'Wrecking ball'?
-'NARC'.


-Lo que más me molesta es que sé que en realidad quieres.
+Sí que quiero, pero no puedo, tengo miedo.
-No tengas miedo... a veces hay que arriesgar. ¿No quieres dejar de ser una niña, para convertirte en una mujer?

Baby, tonight, I see your lips are on fire.