miércoles, 28 de noviembre de 2012

¡Ups! Huele a tostadas quemadas.

- ¿Sabes para qué sirve una rutina?
- Para no olvidarte de hacer las cosas, para que después te cuesten menos. Para crear hábitos
- Por ejemplo, ¿para acordarme todos los días de coger las llaves, o para aguantar al capullo de mi jefe o para hacer la comida todas las mañanas?
- Por ejemplo, sí.
- ¿Y es eso lo que pasa cuando se nos establece a nosotros una rutina?
- No comprendo.
- Quiero decir, entonces, ¿hemos establecido una rutina para no olvidarnos de querernos? ¿Acaso tendría que suponernos un esfuerzo llegar a casa, dejar la cartera y lanzarnos el uno en brazos del otro? ¿Tiene que ser una costumbre decirte que te quiero? Miro a las parejas de gente mayor y pienso que su cariño es más fuerte que ninguno; pero, ¿y la pasión? ¿y el amor?
- Nadie ha dicho que las rutinas sean perfectas.
- Desde luego, son una verdadera mierda.
SEAMOS REALISTAS, NO FUNCIONAMOS ASÍ.




Wenesday morning at five o' clock as the day begins, silently closing her bedroom door, leaving the note that she hoped would say more. She goes downstairs to the kitchen, clutching her handkerchief. Quietly turning the backdoor key. Stepping outside, she is free. She... (we gave her most of our lives) ...is leaving... (sacrified most of our lives) ...home (we gave her everything money could buy). She's leaving home after living alone for so many years. Bye, bye... Father snores as his wife gets into her dressing grown, picks up the letter that's lying there, standing alone at the top of the stairs. She breaks down and cries to his husband: "Daddy, our baby's gone. Why would she treat us so thoughtlessly? How could she do this to me?" She... (we never thought of ourselves) ...is leaving... (never a thought for ourselves) ...home (we struggled hard all our lives to get by) She's leaving home after living alone for so many years. Bye, bye... Friday morning at nine o'clock, she is far away. Waiting to keep the appointment she made, meeting a man from the Motortrade. She... (what did we do that was wrong?) ...is having... (we did not know it was wrong...) ...fun (fun is the one thing that money can't buy) Something inside that was always denied, for so many years. Bye, bye... She is leaving home, bye, bye.




"Tenemos una forma diferente de ver las cosas, supongo. Ya sabes: yo, por ejemplo, soy más de pomelo mientras que a ti te gusta el mango."

domingo, 18 de noviembre de 2012

BLINK

Maldita mañana de diciembre, le sabía a cereales atragantados y chinas de anoche en los zapatos. Maldito abrigo que no calienta lo suficiente. Maldita bufanda que algún idiota había decidido diseñar con agujeritos para que se cuele el frío. Malditos guantes de lana mojados. Malditos desconocidos, siempre con prisa, siempre mirando con mala cara al de al lado.
Maldita mañana de diciembre, las nubes se confunden con el cielo blanco, y el Sol es un despistado transeúnte que hace tiempo que no frecuenta esta ciudad. Descansa la escarcha en las aceras y en sus pestañas, resopla entre irritantes villancicos que saben a casete demasiado reproducido en las tiendas, se le cierran los ojos, frío, más frío...
Mete las manos en los bolsillos y sus dedos tropiezan con un papel. Sorprendido lo desdobla, mero recuerdo de una compra en Supersol y en un instante está ahí, viendo florecer mayo, esa maldita tarde de primavera en la que aún se creía que las cosas podían ser fáciles y estaba decididamente dispuesto a lograrlas.



"Written in graffiti on a bridge in a park, 'Do you ever get the feeling that you're missing the mark?'. It's so cold, so cold. It's so cold, so cold. Written up in marker on a factory sign, 'I struggle with the feeling that my life isn't mine'. It's so cold, so cold. It's so cold, so cold. See the arrow that they shot, trying to tear us apart. Fire from my belly and the beat from my heart. Still I won't let go, still I won't let go. Cause you do, you use your heart as a weapon, and it hurts like Heaven."

sábado, 10 de noviembre de 2012

Oh, cállate.

Él corre calle arriba mientras cuatro molestas gotitas le caen sobre la cara y el pelo de forma insistente. Llega al portal donde ella se está peleando con las llaves y carraspea para hacerse notar tras recuperar el aliento con las manos apoyadas sobre las rodillas.
Ella se vuelve sorprendida. ¿Qué hace él aquí? Ella le había dicho que volviera a casa. Cambia el peso de pierna incómoda, incomodísima. Él vuelve a carraspear, realmente no sabe por qué carraspea. Sus miradas se cruzan, vete a casa por favor, pero hoy no te mereces favores, querida.
-¿Y luego?
-Luego, nada.
-No me merezco esto.
-Tienes razón-ella abre el portal, dedicándole un intento de sonrisa-. No te mereces nada.
El pie de él se interpone impidiendo el cierre de la puerta. Él la agarra del pelo y la besa con furia. Ella responde al beso. Se separan como se separan dos manos en un andén de la estación de tren. Los ojos mienten, se esconden los deseos. Ella congela la sonrisa esperanzada que ha osado asomar a los labios de él susurrando un "Olvídame, cielo, yo ya lo he hecho".



"Venga, relájate, ella lo lleva bien, está aliviada, ¿ves?, todo ha acabado bien"

sábado, 3 de noviembre de 2012

Cataratas sobre libros de texto

RIMA XXX

"Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: -¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: -¿Por qué no lloré yo?"
Bécquer.

Llueve sobre mojado.

Hace frío, mucho frío, la Niña con sus quince años y su cazadora beige se abraza a sí misma para entrar en calor y se aprieta contra el duro plástico de la marquesina. Escruta a través de la fina película de lluvia que cae a su alrededor, calle arriba, paciente y segura de la pronta llegada de su autobús, mira el reloj.
Dos años después la Niña ya no lleva cazadoras beige ni se contenta con abrazarse sola; caperuza echada, dedica a la calzada una de sus mejores y más ensayadas miradas de desolación. Las manos suavemente colocadas a ambos lados de su asiento, con delicadeza no vaya a ser que moleste a alguien, se le escapan respiraciones trabajosas entre los labios. La lluvia ya no cae en forma de calabobos, una verdadera tromba de agua lucha por abrirse camino junto a la acera y le moja los pies desconsideradamente. La Niña mira el reloj, sigue mirando el reloj, cada vez menos segura de que el dichoso autobús vaya a hacer acto de presencia pero igual de paciente. Se le ha olvidado cómo se lloraba, no consigue sacar lágrimas de su mirada, y la tristeza solo se manifiesta en ese mirar apesadumbrado al que ya el mundo está acostumbrado.


La Niña vuelve a mirar el reloj, se cala la caperuza roja y decide ir andando, dejando que la lluvia le acaricie las mejillas, dulce consuelo.
Mucho me temo que sigo siendo la misma cría...

viernes, 2 de noviembre de 2012

Entre brujas de mentira y fantasmas varios.

No nos dejamos de tonterías, risas de cuatro de la mañana y legañas a las dos de la tarde son y serán nuestra carta de presentación, y eso es lo que yo quiero, comida china en exposición sobre la mesa del salón y películas de los cincuenta en la televisión, escrutar con el telescopio a plena luz del día, comer las uvas el 2 de enero y atragantarme con los cuartos, ir de etiqueta al cine y en vaqueros a una boda, nada es comparable a levantarme a las ocho de la mañana y que el vacío a mi lado sea el tuyo, ya no sabré dejar de hacer sándwiches para dos y de dejarme el dentífrico sin tapa.

Hacía tiempo que Octubre no me traía mariposas.
Sacudes la cabeza sin mirarme y sonríes.
No sé cuántas sonrisas más necesito.



"-¿Qué tiene eso de malo?
-Pues tiene de malo unas 37 cosas, empiezo:...
-¡NO!¡No empieces a enumerar o te comerás el asfalto!"