jueves, 27 de febrero de 2014

Forever Young

-Qué raro todo. Pero qué inevitable.
-¿Tú crees? Porque yo ya no lo sé.
-Creía que lo teníamos claro.
-Pues no, no lo tengo nada claro. No tengo nada claro que no tuviéramos más remedio que deshacernos en disculpas y tirar la toalla.
-¡Fuiste tú quien decidió que ya no podíamos más!
-¡Y no podíamos! Pero, ¿así? ¿en serio? Fue demasiado simple, demasiado de mentirijilla. Apuntamos, apretamos el gatillo y adiós al problema. Y todo lo que habíamos pasado, ¿qué? Y las promesas, ¿acaso recuerdas qué hicimos con ellas?
-Supongo que simplemente desaparecieron.
-Más bien las escondimos de la vista para que no molestaran. Pero lo que se promete a fuego queda grabado en el hielo.
-Entonces, ¿qué propones?
-No lo sé. Es solo que me parece demasiado fácil, demasiado cobarde, fingir que tu vida de los últimos años no ha ocurrido. A lo mejor no era la solución. Porque necesitábamos una solución. Pero a lo mejor necesitábamos otra. Arriesgar todo a una carta. Llegar al sol o morir abrasados.
-Curar en vez de amputar.

"Ese es el gran problema de los idealistas: viven rodeados de cobardes.
El Mundo es de los Valientes."


martes, 11 de febrero de 2014

It's too cold outside for angels to fly.

Me he aprendido de memoria por qué pétalo tengo que empezar a deshojar la margarita para que no me diga ni que sí ni que no. Tal vez. No se sabe. Pues ya no quiero margaritas. Yo quiero despertarme entre tus sábanas de prestado, quiero cogerte de la mano los domingos y apretarte fuerte en los abrazos, quiero reírme de ti hasta hacer que mis caídas parezcan menos patéticas. Quiero observarte en silencio y acariciarte tarareando estupideces. Quiero almacenar tus miradas más que obvias y deshacerme de todas las margaritas del mundo porque ellas no tienen ni idea de lo que pasa entre las líneas de tu vida.
Vaya por Dios, tenemos un problema.


Kiss me like you wanna be loved.

domingo, 9 de febrero de 2014

Y afuera en la ciudad sigue lloviendo

Una taza humeante entre las manos y la mirada perdida. Mi Madrid favorito siempre fue el pasado por agua, y hoy la tarde es joven y húmeda; pero no encuentro motivos para saborearla. 
Las gotitas golpeando el cristal me transportan a esos ojos fijos que se preguntaban hasta dónde podían hacerme llegar. La calle estaba encharcada y mi aliento se dibujaba en la noche de febrero. Una vez más aposté y perdí, all in y un año después no me queda mucho más entre las manos que esta taza de té y unas cuantas excusas.
No puedo darte más que un sentimiento rasgado a filo de navaja porque es todo lo que pude rescatar, y tú no puedes dejar de darle vueltas a su imperfección; como si pudieras remendarlo, como si pudieras hacerme sonreír al decir mi nombre.
Y hoy la tarde es joven y húmeda, y hoy te choca que prefiera el abrazo de la manta a tu regazo, pero en fin, ya sabes que la lluvia solo es noticia en Madrid.