jueves, 29 de diciembre de 2011

The grass is always greener on the other side.

No sabe lo que tenía apuntado, le confiesa, después de haber entregado al fuego sus líneas de escaso valor. Solo recuerda una página que se quedó grabada a fuego en sus manos que ahora mira con culpabilidad, una tarde normal o quizá no tanto, y es que nunca podrá olvidar sus enormes ojos abiertos como platos bajo ese gorrito de lana, y sus labios entreabiertos en esa cara suya de constante preocupación. Y se le ha grabado esa imagen de ella con las manos en los bolsillos de su abriguito de señorita, temblando en frete de él tras haber cruzado presurosa la calle. Nunca se le va a borrar cómo una lágrima desobediente se le escapó de los ojos y recorrió su pálida mejilla, mientras frozaba una sonrisa y le ensordecía susurrando que "todos los juegos tienen que tener un perdedor", y por qué no gritarle a su dulce recuerdo que perdona bonita, pero en este perdieron todos.


+¿Qué es eso de que las mujeres no valemos la pena?
'Llevo solo una tarde hablando contigo y ya estoy convencido de que vales mucho la pena. Hay excepciones, ¿sabes?

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Besito en la punta de la nariz.

Habla de forma atropellada, como siempre que se pone nerviosa.
+ Eres un capullo y no tienes ni idea de nada. ¡Inútil, inútil, inútil! ¡Idiota! Te crees muy interesante con tu chupa de cuero y tus vaqueros caídos. No sabes que cuando tú vas, yo ya he ido y vuelto mil veces. Que se te da muy bien el jugueteo pero en esto del amor soy yo la que sabe. Y mi pintauñas verde, la partitura de tus pasos. Y tu sonrisa caída cuando me ves aparecer, solo la muestra de tu debilidad. Pero no importa, recoge, rápido, monta el tablero y empezamos otra vez. Ya aprenderás que cuando me ves bajar del Ford se te cae el mundo al suelo, que construyo tus sueños más húmedos, que me qui...
-¿Que te qué? - Sonrisa de refilón adornada con un levantamiento de ceja.
+Nada. - Temblor de hombros y mejillas enrojeciendo.
Risa entre dulce y humillante, un paso hacia ella, besito en la nariz.


+Me ha ayudado más que la mayoría de personas que conozco desde siempre, y doy gracias a Dios todos los días por habérmela cruzado.
-Yo también, la quiero muchísimo.

martes, 27 de diciembre de 2011

Déjalo, esto ya fue, en su momento, demasiado lejos.

- Me gustaba mirarte cuando pensabas que no lo hacía... Me gustaba sentir cómo te acucurrabas a mi lado... Me gustaba cómo subías los peldaños de tu portal con las llaves en la mano dando saltitos, y cómo mirabas desde los cristales de la puerta sonriendo cuando estabas dentro... Me gustaba que me llamaras en susurros asustada desde mi cama cuando apagaba la luz... Me gustaba que te quedaras dormida al teléfono y oir tu respiración plácida... Me gustaba que te mirases de frente en los espejos de todas las tiendas... Me gustaba que canturreases canciones que sabías que eran malas... Me gustaba tu forma de reírte cuando lo hacías con ganas... Me gustaba verte sonreír mirándome a los ojos extrañada... Me gustaba... Me gustaba quererte.

+ ¿Y ahora? ¿Ya no te gusta?

- ¿Ahora? Ahora me mata.






<¿Lo vas a guardar?
+Siempre lo guardo todo, me gusta recordar.
<A lo mejor es por eso que te cuesta tanto pasar página siempre, ¿no lo has pensado?

sábado, 24 de diciembre de 2011

Don't you know you might find a better place to play?

¿Es que no vamos a aprender nunca? No funcionó, no funcionará, estamos perdiendo el tiempo. Encajamos a la perfección pero no somos piezas del mismo puzle. Y nunca lo seremos. Nunca lo fuimos.
Ya sabemos qué hay que hacer para dejar ir las noches entre risas susurradas y los abrazos compungidos. Y los besos en la comisura. Y los motes cariñosos. Y nuestros te quieros más sinceros.
Ya sabemos cómo evitar llamarnos cada noche, y cómo resistirnos a contarnos cada día. Y cómo no sonreírnos, cómo no compartir la vida.
Sabemos cómo hacer para no querernos, cómo alejarnos, se nos da bien, es fácil, basta con no mirar, no pensar...
Sabemos perfectamente el mejor sistema para no ser nosotros mismos, para no llamarnos a las dos de la mañana ni vernos a las ocho. Para no mirarnos a través de mi ventana, para no querer vivir en nuestro mundo, donde solo cabíamos nosotros.
Entonces, ¿por qué no lo hacemos?

+¿Te pasarás un día?
[Prometido. Me caes 10. Y eres una chica 10. No te infravalores Kele, ¿vale?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Inconvenientes vs. convenientes.

Vale, no quieres volver a nuestro mundo. Pero al fin y al cabo, nunca sales de él, si no es por ella es por mí. Qué le vamos a hacer. Por otro lado la gente diría que no la has superado. No creo que seamos del tipo de persona que se para a pensar en lo que dice la gente, ¿no? Además parecería una venganza mutua. No tengo claro si eso era inconveniente o conveniente...¿en qué habíamos quedado? Aparte, ya nos conocemos, sabemos como funcionamos, no hay factor sorpresa. Pero las relaciones son de dos. O de cuatro, claro. Somos un tabú. Pero de esos, ya no quedan. Da mucho, mucho vértigo. ¿Y a quién no le gusta la adrenalina?. No serías capaz de situarme entre tus prioridades, pero yo tampoco podría hacerlo por ti. No quiero ser un por qué no, pero ni tú mismo te crees que lo sería.
Vaya, nos hemos quedado sin inconvenientes.


+Es una locura
~A mi también se me da bien hacer locuras.

¿Decimos otro adiós, este a las palabras sin finalidad?

Dos de la mañana, observas tu reflejo en el espejo empañado del baño, te acuestas.
Sientes el roce aún frío de las sábanas, estás en tu mundo, casi diseñado a medida, la mirada fija en la pared. En ese momento un pensamiento indiscreto se cuela en tu mente y decides estudiar tu situación, calibrar, te giras hasta quedar boca arriba, de cara al techo y a los hechos. Los pensamientos, recuerdos, imaginaciones, ideas, discurren con libertad según los vas achivando en su rincón correspondiente. Finalmente, una risita malévola muy digna de tus pseudónimos asoma entre tus labios y se deleita en el placer innato de la ironía.
Tus manos manchadas de pasado colocan cuidadosamente la almohada, ya puedes dormir tranquilo.
Cojones.




+Si no, nos perderemos.
&Te hablaré como si no le conocieras.
+...?
&No, era para evitar el "¡No, eso nunca!"

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Castañas de Navidad.

Baja apresuradamente las escaleras de la estación de Quevedo con la bolsa de castañas danzando entre sus manos. Tiene que sacarse el abono de ese mes, el billetito rosa con tres viajes se deja ver en su bolsillo. Se sienta en el vagón con la bolsita sobre sus vaqueros. Han vuelto a cambiar el diseño. Hace un año era de otro color.
Is this it revela sus consabidas canciones, una tras otra, hasta Plaza de Castilla. Siente una mirada en su larga coleta y levanta la mirada. Se tropieza con unos ojos que solía describir como claros, y los suyos se iluminan. Se levanta con prisas y sale casi precipitándose del andén. Ahí están su sonrisa, sus maneras, sus zapatillas, su estilo apenas cambiado, solo algo difuminado. Lo abraza con fuerza y cariño sincero. Ahora huele diferente.
-No lo puedo creer. Hacía dos, tres...
+¡Dos años!-sonríe ella. Él se acuerda de la última vez que la vio, era abril aunque él no lo recuerda, qué guapa estaba. Aunque no tanto como ahora. Lleva el pelo más rizado, pero le queda bien. Y lleva un gorrito de lana que le pega mucho con su personalidad de niña. Tiene una sonrisa preciosa. Sus ojos siguen siendo los más inocentes que ha visto en su vida. Aunque ahora no estén húmedos como aquella vez.
Hablan durante treinta minutos que se pasan como segundos. Él se da cuenta de lo muchísimo que ha cambiado ella en todo este tiempo, y si no lo ha hecho, finge de maravilla.
-¿Cómo es que no nos hemos visto antes, en todo este tiempo?
+Probablemente porque me dijiste que no volveríamos a vernos.
Se ríe, mira al suelo y después a sus ojos, la frialdad y el estoicismo forzados siguen siendo su bandera, qué coño, sigue siendo la misma. Qué cabrona.


[Aquí para lo que quieras, ya lo sabes.
+Igualmente, no lo olvides!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Y dando la vara desde hace unos 365 días, hora arriba, hora abajo.

Ojalá no te conociera, ojalá furas otra niñata entre veinticuatro, ojalá te hubieras comportado como tal. Ojalá pudiese odiarte con todas, todas mis fuerzas...
Ojalá pudiera empezar ahora a mirarte por los pasillos con fingida pasividad sin entender por que tú, y no yo. Ojalá fuese capaz de bromear con bastante crueldad sonbre improbables defectos tuyos. Ojalá el egoísmo te hubiera tomado por protagonista.
Ojalá, ojalá no te quisiese igual que a una hermana, ojalá hubiese algo lo suficientemente malo como para quitarme las ganas de cuidarte, ojalá nuestros recuerdos juntas fuesen fáciles de diluir.
Porque resulta tan sumamente fácil odiar, pero tan tremendamente doloroso querer...

-La verdad es que eres una perfecta extraña, pero me inspiras confianza.
+No me digas... tú a mí también. 
She thinks she's the one, but she's just one in twenty-four.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Y así hasta que sepamos dejar al pasado en un calendario viejo.

Camino por la calle, te miro, te sonrío, te cuento, me río. Me miras y fuerzas una sonrisa. Me sé de memoria tus mohínes, en dos años no has actualizado ninguno de ellos. Tamborileas con los dedos sobre la lata de Coca-Cola y miras alrededor fingiendo seguir con la cabeza un ritmo imaginario, te estás poniendo nervioso. Yo sigo, tranquila pero nerviosa, me haces sentir como si no hubiese cambiado, como si tuviese trece años y la inocencia en ese brillo que te gustaba de mis ojos, hablándote de todo y de nada, monologando, contándote experiencias más o menos interesantes, pero no hay historia más desastrosamente bonita que la nuestra, no hay historia que te obligue a interesarte.
¿Te crees que no me he dado cuenta? Han sonado dos nombres que no te hacen gracia esta tarde, y te ha faltado tiempo para apartar tus dedos de mis mechones oscuros y tus intentos de mi comisura.
¿Te crees que no te conozco? Podría entender a diez metros cuándo tu humor no es el mejor.
En ese momento el metro nos separa y me sonríes desde el otro lado del vagón. ¿Quiénes somos y quiénes hemos dejado de ser? No son nombres que hayamos oído hoy, no es un mal paso de ayer, tropezamos hace tiempo y aunque hace un mes intentásemos reponernos de la caída ya no somos las mismas personas que compartían hace dos años el tiempo, los sueños y los susurros.


+No me lo creo. Estoy a punto de entrar en los "hace un año que".
&El primer año se pasa rápido.
+Lo haría... volvería a Diciembre.

Te quiero, te quiero, te quiero...

+No me da miedo, no me daba miedo. No me daba miedo él, solo lo que él hacía de mí. Me daba miedo chasquear estresada la lengua delante del armario de mis hermanas decidiendo qué podía ponerme. Me daba miedo. Me daba miedo que siempre que dejaba volar mi imaginación, se empeñaba en aterrizar entre sus sábanas. Me daba miedo llenar concienzudamente páginas de un diario, y saber que pasara lo que pasase recordaría cuándo y dónde pasó, porque todos los días con él eran importantes. Y saber ya desde entonces que aunque dejase de estar enamorada de él, iba a seguir queriéndole, le iba a guardar cariño. Me daba miedo asociar una marca del moreno en mi muñeca izquierda con él hasta que llegase el invierno, que lo enfría y lo decolora todo. Me daba miedo querer hacerle daño para ver si verdaderamente le importaba lo suiciente para tener esa capacidad. Me daba miedo ir a donde habíamos estado, no fuera que nuestras pisadas me gritasen que le echaban de menos. Pero él, él nunca me dio miedo.
-Hablas mucho de él.
+Tú has preguntado, de acuerdo, ¿de qué quieres que hablemos?
-No sé, no es necesario que hables.
+Definitivamente me voy a casa, no hay quién coño os entienda.



+¿Debería preocuparme?
#Deja que mire... Sí, deberías preocuparte mucho.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Egoísmo.

Mi comida es mía, es la primera norma. La segunda es que necesito reírme para seguir viva, pero eso no viene a cuento.
Me cuesta ceder, las palabras más difíciles e incómodas de pronunciar son un lo siento. Y soy casi incapaz de decir te quiero. Tengo comportamientos bipolares. Evito el daño a toda costa, pasando por encima de lo que tenga que pasar. Pero una vez que llega, lo abrazo y me revuelvo en él. De alguna manera, me sienta bien...
La verdad es que tengo mucha facilidad para establecer preferencias, y siendo sincera, sincera de verdad, rara vez suponen una mínima incomodidad para mí.
Confieso que a veces me autoengaño, y me digo a mí misma que una situación está bien cuando estoy a gusto con ella. 
Hago favores a las personas que se los merecen, muchas veces con un interés personal como trasfondo. Excepto a dos únicas personas en el mundo, por las que me siento feliz al hacer un favor. Las dos personas que valen la pena de verdad, tú me entiendes.
No lloro cuando la gente llora. En realidad creo que no suelo llorar. Intento que me apenen las desgracias ajenas porque creo que es lo correcto, pero normalmente solo actúo como tengo que actuar por amor.
Sí, probablemente para variar tienes razón y soy una persona tremendamente egoísta, pero un día en el que mi vida latía por ti me acerqué a la mujer más recurrente que he conocido en mi vida y le dije que si ibas a ser feliz con ella, mi peor miedo sería mi más dulce recuerdo.


+Espera... te quiero.
<Y yo a ti, enana.
+¿Sabes que no se lo decía a nadie desde la última vez que se lo dije a él?
<Sí, lo sabia.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Calzoncillos de UK.

Pizza. Arturo Soria. Telefonillo. Timbre. Rosa, muuuuy rosa. Sofá. The bad thing. Cámara. Justin Bieber. Camiseta. Vestido. Azules. Manta. Rallitas. Vergüenza. Ginebra. Balcón. Calcetines usados. Otra vez sofá. Mariquitas. Más ginebra. Risas. Secretos en el baño. Más risas. Caldera rota. Todavía más risas. Encaje rosa. Pantalones. Leggins... y esto es todo amigos!!


& Perdóname, joder, te has ido y me siento fatal, después de haberlo hablado y decir que yo jamás lo haría, joder me siento como una cerda..
+ No te preocupes, tonta, si la situación es de lo más divertida...

sábado, 3 de diciembre de 2011

Yo curo más que todo lo que puedas respirar.

+ A lo mejor tendría que pedirle perdón, ya sabes, por no haberme dado cuenta de las cosas. Perdón por haberme callado. Perdón por no haberle salvado. O por no haber sido lo que esperaba de mí. Perdón por no haberle besado bajo la lluvia, o por habernos reído de un viernes 13 en mayo. Perdón por cogerle de la mano, y por sonreír cuando él sonreía. Y por ceder ante todo, e incluso por esperar con él al autobús. Perdón por no ser lo bastante buena... Perdón por haberme enamorado de él.

- No debes arrepentirte de haber tenido un sentimiento.

+ No lo hago.



+Le pedí ayuda al Santo, y sin que me diese cuenta, en Santiago se quedó...
# Eso es una señal.
+Será, pero me da muchísima pena perderla.