miércoles, 25 de julio de 2012

Quererte cada dos días.

¿Por qué la estación Las Tablas está tan oscura? Toco las teclas blancas y negras de un piano imaginario sobre el cristal del vagón porque a tu voz le ha dado por sonar de lejos esta noche, contengo un suspiro, rizo un mechón de pelo entre los dedos, cuánto te quiero Madrid, miro las luces nocturnas de Madrid, la vida de Madrid, el ruido de Madrid, son casi las doce y vuelvo a casa como una Cenicienta que se ha equivocado de cuento, oscuro, más oscuro, aterra el universo descontrolado en el que todo va mal desde que tú no estás.



+ Ya sabes que soy una bocazas hacia ti...
< Y yo hacia ti

No quiero pensar en Madrid ni en su reloj.

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