martes, 19 de marzo de 2013

Vicky o Victoria

Delicioso. Deliciosa la furia que brillaba en sus ojos. Delicioso el rencor que destilaba. Deliciosas las frases mudas que asomaban a sus labios fruto de la indignación. Deliciosas las pequeñas sacudidas de su cabecita. Delicioso el humedecer de sus labios. Deliciosa la mueca que pretendía ser una sonrisa, o la sonrisa que pretendía ser una mueca que esbozó al espetar:
-A fin de cuentas, yo soy solo la que te abraza por la noche.


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