domingo, 27 de noviembre de 2011

Si te busco tal vez podrías encontrarme.

Anoche soñé que no existían imposibles, soñé que las cosas eran exactamente como son, que una hora contigo puede ser eterna o durar dos minutos, que tú buscabas tu propio daño y que de pronto yo era capaz de alejarte de él, que las demás personas eran una alfombra que no lograba pisar sin escrúpulos, que me mantenía a tu lado desde la lejanía, mirándote, mirándome en un espejo y preguntándome en qué momento he llegado a este punto.
Soñé que a las siete y cuarto una vez al año nos sonreíamos cómplices de un pasado ya pisado, soñé que del amor pueden quedar posos hechos de cariño, soñé que mis lágrimas sólo conocían la intimidad, y me tendrás que perdonar, porque soñé que tú estabas incluído en la palabra intimidad.


+ Estoy condenada a vivir permanentemente anclada al masoquismo sentimental.
& Y yo condenada a vivir permanentemente anclada a Pablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario