viernes, 15 de abril de 2011

Porque uno y uno no siempre son dos.

Claro que hay rutinas que no cansan.
No cansa la sonrisa que precede a un beso. No cansa el cogerse de la mano. No cansa el "te echo de menos", ni el "me apetece abrazarte".
                           Malheur en cette heureNo cansa el mirarnos a los ojos, no cansa reírnos de la gente, no cansan los mordiscos y las caricias. No cansa que cierres los ojos al besarme.
Tampoco cansa la perfección de los momentos, nuestras canciones, nuestras manías, nuestros fetiches.
Por supuesto que hay rutinas que no cansan... pero como debemos ser objetivos, hay que mirar también el otro lado.
Por lo que cansan esos viernes con buena música, con tus canciones, clavándose dentro de mí como puñales, lo que cansan las miradas esquivas y el secretismo, lo que cansan las fachadas y los silencios. Lo que cansa tu puta montaña rusa, siempre arriba o abajo, lo que cansa mi sensiblería y lo que cansan las esperas en vano, lo que cansa el explicar a los demás con aparente indiferencia que para ti "la teoría y la práctica no coinciden", lo que cansa ella.




-Te quiere, te quiere y se muere de ganas por decírtelo, es pura cabezonería...
-Pues yo creo que no.

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