lunes, 1 de octubre de 2012

And well you know it hurts sometimes.

"He perdido la cuenta de cuántas veces se me han iluminado los ojos después de días húmedos, no sé cuánto he podido llegar a quererte, ¿cómo diablos se puede quererte tan fuerte?"

Ella acariciaba despacito los botones de su abrigo marrón mientras paseaba los ojos a ras de la carretera. El viento jugaba con su pelo y sus pies delicados como el coral con las baldosas de la calle. Sus pensamientos se empeñan en volver al jardín iluminado por la luz emitida por el sol del verano y por su piel. Cinco pasos les separan del punto de inflexión. Gorrito calado hasta las cejas, se muerde los labios colorados por el frío y arranca de su iPod todo el ruido que pueda ayudarla a deshacerse de los recuerdos más o menos inadecuados. Y es que un mes de diez días puede superar a muchos meses de treinta.


+¿Tengo que brindar yo? No vale un día de la semana, ¿no?
-Pues claro que no.
+Hmmm... Me voy a poner cursi.
-A ver.
+Por un mes maravilloso.
-Anda que...

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