domingo, 22 de septiembre de 2013

Take me out

No cierres los ojos, no los cierres. Mírame con una intensidad desbordante, tan fuerte que no le quede otra que salpicarme. Vuelve a despertar la estrella que latía en mi corazón, haz que hierva el calor hacia mis extremidades cuando me rozas las manos y que en cada pisada resuene el eco de tu voz.
Y que me haga sonreír.
No llores, ¿por qué lloras? No ha sido culpa tuya...
No me odies, ¿por qué me odias? No ha sido culpa mía.
Quizá haya sido el frío, ese que empieza a obligarme a tirar de la chaqueta, que ha convertido en hielo mi ilusión. Quizá haya sido el tictac monótono del reloj de cuco. Quizá el abismo que separa las puertas de nuestros mundos.
No desaparezcas, no te pierdas, necesito saber que todo irá bien. Sé que todo irá bien, si dejas que te hagan sonreír. Deja que te hagan sonreír.
Cierra los ojos, llora, ódiame después y finalmente desaparece camino de unos sueños que sinceramente amor, yo no sé cumplir.

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