domingo, 23 de enero de 2011

Paso turno.

Je suis ni pute ni soumise, juste une salope dominatrice.
¿Te pides rojas? Genial, yo soy azul. Empieza la partida, me vas comiendo poco a poco hasta que no queda más que una pequeña parte de mis fichas que sea indiferente a ti.
Empiezan así todos los juegos de nuestras vidas, cuando empiezan no tienen apenas importancia, conóceme, conózcote, cuatro risas, mil sonrisas. Ficharle desde lejos; y oye, no se cómo no me había dado cuenta de lo mono que es; ficharle con el corazón a mil desde cerca; y qué ojos más alucinantes tiene.
¡Y llega por fin el ansiadísimo tonteo! Cómo me pica este chico, tal vez me gusta un poco.
Quedarte hasta las tantas hablando con él, morderte el labio cuando piensas en lo último que te dijo. Me encanta, te dices.
Y ya puedes despedirte de tu independencia.
¿Esa libertad tan ansiada, ese gusto de poder liarte con quien te de la gana? Olvídate, por supuesto, ¡qué pensaría él! Y eso es perfecto, 80 de cada 100 tienen un final feliz.
Pero luego están las otras 20.
Podrías haberme avisado, de que este juego lleva cronómetro, los segundos corren y al parecer me toca mover ficha. Mira tú qué gracia, es a todo o a nada, es ella o yo.
Lo que no sabes es que se me da genial jugar.





-Así es la vida
-Pues la vida es una mierda

No hay comentarios:

Publicar un comentario