martes, 8 de febrero de 2011

Con lo fácil que es versionar las historias.

De cuando en cuando o de pronto en pronto llega algo que le recuerda a él, a ese mes de enero enterrando pesadillas, es como un fogonazo, un flashback que le hace retroceder en el tiempo, le hace centrarle en su mente en algún recuerdo inútil y ya solo puede pensar en él los próximos 15 minutos. Una ligera fragancia a hierbabuena enterrada entre sus sábanas, sus dedos jugueteando con una cadena, ella saltando sobre su cama, él abrochándose los 501 por la mañana, risas en el 129, las ventanillas empañadas en Madrid, su canción sonando a tope, un cruce de dedos, una promesa sellada con un beso, un móvil sin llamadas, una lágrima atrapada en un diario, sangre de sus nudillos en la pared de su habitación, gritos con sus padres, alcohol, él alejándose por fin dejándola en el andén.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6s7zGiId1R4TC6CZHom5XUjyHKHPVe_rCJtcRe2TVOZEg6E5z8JNIB9PiTk3Xo2JQois1Y_bSNzrVeBkQDvCZxNY7GA1QHnmpbpGm-6bgy94NrUElXS4Z1VOAnYWc4kZDaH43pXUMa5n/s1600/saltar_charcos.jpgElla piensa que jamás se recuperará, que siempre habrá Levi's y 129s que le hagan pensar en él, como dirá una buena amiga suya "siempre quedan restos". No sabe que algún día esos vaqueros le recordarán a otra persona, que tendrá mil y una canciones más, que buscará otro número en las luces de los autobuses, besará, soñará, llorará y amará más de lo que es capaz de imaginar por otras personas y lo mejor de todo es que ese enero se convertirá en abril.




-Me da miedo confiar, me dijiste que con él no bajase la guardia nunca.
-Bájala.

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