martes, 15 de marzo de 2011

Je ne sais pas ce qui se passe, mais je sais pourquoi on m'appelle mademoiselle pas de chance.

Nosotros.
Ese "nosotros" tan maravilloso, que nos hace crecer, sentir, sonreír a medias cuando lo decimos, que nos hace sentirnos orgullosos de lo que hemos creado.
Ese "nosotros" que se está convirtiendo día a día en un "tú" y, muy de vez en cuando, "yo".
Mientras vamos cayéndonos en el abismo, mientras voy volviendo a mi Noviembre, mientras el mundo se empequeñece y toda excusa queda reducida a palabras susurradas, aquello en lo que éramos ejemplo se vuelve desastre, todo se derrumba y se reconstruye cada cinco minutos, todo va y vuelve sin descanso.
No podrías solo aparcar ese orgullo y sin sentido, aparcar miradas de refilón, aparcar fachadas. Porque en eso nos basamos, ¿no? Tú y yo. En el aparcar fachadas y convencionalismos, en no fingir, ser cómodos, ser Nosotros. Y esa es la mayor farsa de todas.
Peor que cuando jugamos, que cuando juramos un falso te quiero, que cuando utilizamos a quienes nos rodean, que cuando nos reímos de la gente, la mayor de todas las mentiras es el sostener que no somos dos, que somos simple y llanamente Nosotros.


 ~Mi opinión es esta: aunque te quiera -que te quiere- está jugando.


+No tienes ni idea de con quién juegas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario