sábado, 2 de julio de 2011

La indiferencia es la diferencia más notable.

Coje todos nuestros recuerdos, repásalos uno a uno, coje los besos por el cuello, los moretones en los bancos, coje los paseos de la mano, coje la sonrisa del "Feliz Navidad" en los pasillos del colegio, coje los retos, los pulsos desiguales, coje lo imposible de una casa a solas, coje las intentonas de cama sobre las baldosas, coje los tiempos y las canciones, coje los mordiscos de vampiro enamorado y no olvides cojer las pulseras, haz una mezcla exótica y tentadora y cuando se te forme ese nudo en la garganta y agarres el móvil para buscar mi nombre en "llamadas recientes", te encontrarás con que ya no estoy allí.
Búscame a tu lado en la cama, busca que no me encontrarás, búscame en Gran Vía o en las columnas, busca en cualquiera de los sitios en los que adoro evadirme, búscame por todo Madrid y si quieres también en Bruselas, ya no estoy allí, ya no estoy en ninguna parte que entre en tu alcance, porque he de confesarte que ayer mientras dormías me colé en tu sueño y dejé mi veneno mortal antes de salir a hurtadillas de tu cama, sí, anoche salí a hurtadillas de tu vida y de tu cama, me arranqué el puñal del recuerdo de tu sonrisa y te saqué de mi vida sin sacarte, estoicismo pautado, nada de felicidad en estado puro pero nada de frustración y carnalidad desesperada.
Búscame en "llamadas recientes", que te encontrarás con que ya no estoy allí, te encontraras con que estoy viviendo mi verano como una aventura.


+Yo creo que ni él se conoce a sí mismo, nunca puedes saber lo que piensa. Menos por sus ojos, tiene la mirada muy pura y si le miro a los ojos se lo que siente. Y su sonrisa. Tiene muchos tipos de sonrisas.
=Joder, qué enamorada te veo, y cómo me jode...

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