And, after all...

Lo cierto es que sí que daba bastante pena, ahí sentada de espaldas a la pared con los ojos enrojecidos y la cara húmeda, levantando los brazos a la soledad del salón haciendo como si le quedaran esperanzas de que él volviera a recogerla y acunarla entre sus brazos. Lo cierto es que aún le extraña que sea ése que frenaba sus lágrimas el que las provoca últimamente, aún se le hace raro que el único que le susurre su olor sea el sofá, todavía le parece inexplicable que los únicos abrazos que tiene sean regalo de la almohada, y ya no sabe si fue ella quien abrió la puerta o él que se escapó por el balcón, su única certeza es que su pintor de sonrisas no aparece por mucho que haga comida para dos.

Oh when you love somebody but you find someone.