lunes, 31 de diciembre de 2012

Bien, bien, vestidos carbonizados.

Mi querida almohada, ella es testigo de las mejores conversaciones entre chistar y susurrar, cómplice de los mayores secretos y las lágrimas más inconfesables, ella adoptó todas las formas que hicieran falta para satisfacer mi ávida imaginación, compartió mis risas y la euforia de un te quiero y me consoló suavemente secándome el llanto que ni siquiera yo entendía, ella nos escuchó susurrar que nunca nos mentiríamos y sellar la promesa con un beso rápido y torpe. ¿Qué pasa ahora que las promesas han quedado muertas? ¿Dónde queda tu olor en mi almohada?


Mi pobre e ingenua almohada, no es capaz de entender que nadie quiere venir a pelearse por ella, estoy demasiado ocupada colgando los pies del inevitable abismo y tú estás demasiado ocupado creyéndote que te construyes un futuro.


+¿Y ahora?
-Ahora, muerte al 2012.

Can't see the silver lightning down here on the floor, I just keep on trying, but I don't know what for.

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