sábado, 17 de agosto de 2013

Antes de irte, devuélveme mis llaves

Cuántos ojos se volverán a tu paso, cuántas pisadas formarán el camino que has escogido, cuánto miedo me da ver cómo tu vida sigue, impasible, como si las desgracias que pueblan mi pecho fueran nada al lado de una taza de café a las siete de la mañana. Y nosotros podríamos pasar horas llenando de golosinas esa taza, podríamos utilizarla después para guardar un par de sonrisas obvias e incluso para servirnos las copas por la noche. Y los dos sabemos que mis ojos buscan los hoyuelos de tus mejillas casi sin pensárselo, sacudes la cabeza y te ríes, ¿por qué tienes que hacerlo todo tan complicado? Abres los brazos y me haces olvidar que el mundo sigue girando, mis lágrimas destiñen tu camisa y tu sonrisa destiñe mi tristeza, ¿por qué no puedes dejar de sonreír? Y sonriendo te alejas calle abajo porque aunque las golosinas prometan vas a necesitar ese café para aguantar el destino que has elegido.


Y juntos nos iba bien, fingimos que éramos mejores amigos, entonces ella dijo "eres raro", me obligaron a cometer errores. De nuevo juntos, como al principio. Al final todo sale bien de alguna manera. Las cosas que hicimos, lo que escondes... Pero, que conste, queda entre tú y yo.

"No me sale odiarte, no me sale quererte"

No hay comentarios:

Publicar un comentario