jueves, 1 de agosto de 2013

Los días están contados, no hay más que perder

Las manecillas del reloj se derritieron a fuerza de mirarlas y ella seguía derritiéndose a fuerza de mirarle. Los pies se tropezaban en tanto que descendían a toda prisa las escaleras de la estación. Sus manos, nerviosas, colocaban incesantemente los mechones rebeldes que se escapaban de su peinado. Tomó aire mientras empujaba la puerta que daba a la calle. Una avenida adoquinada reconoció con alegría sus pasos ligeros. Tras cruzar la plaza principal, se detuvo bruscamente ante la cuesta y una sonrisa se escapó de entre sus labios. Indecisión, timidez, ahí estaba él; y de pronto la calle de disipó en una bruma violeta, y la transportó a ese primer día, a esos primeros meses de tiempo gastado. La película se reprodujo a toda prisa, cada momento se confundía con la sonrisa siguiente y ella, envuelta en sus vertiginosos recuerdos, ni siquiera se dio cuenta de en qué momento sus pies habían corrido calle abajo y sus brazos habían tomado la iniciativa de rodear su cuello.



Is it naive to make plans that seem so far away? There's a reason I feel this way: you're sleeping alone and I'm awake. When you dream of me tonight, am I closer to where you are? Lay me down and tell me everything will be alright. 
This could mean everything, or nothing at all.

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