miércoles, 7 de marzo de 2012

Whatever.

-Ella es vulnerable mientras está tumbada en esa cama. Ella, inocencia pura, con la manta se tapa hasta la barbilla. Ella, agonías, mira angustiada la ventana desde allí. Ella, dulce, dulce niña, siente el rodar de una lágrima que casi se evapora en el contacto con su cara ardiente hasta gotear en la almohada. Ella, candidez, aquella noche se perdió para siempre.
-¿Qué? Este cuento no me gusta. ¿Qué le pasó a la niña? No tiene sentido.
-Que estaba enamorada de alguien, ¿no lo ves?
-¿Y por qué se perdió? ¿Qué cambió esa noche?
-Decidió amar a ese alguien antes de así misma.
-Pobre ingenua.



<Él es así. ¿Qué te crees? ¿Que eres especial, porque él confía en ti y eres la única a la que le puede contar las cosas... porque es lo que él dice? ¿Y a ella te crees que no le decía lo mismo?
+Yo...
<No te lo digo por dañarte. Te lo digo porque me importas.

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