jueves, 13 de octubre de 2011

Te quiero pero no te quiero cerca.


Sí que es necesario estar enamorada para escribir sobre el amor, si no has sentido cómo tu corazón gana una maratón al verle alzar la cabeza y mirarte, si no has robado un beso y lo has dejado a medias porque no hacías más que reírte, si no has mirado a tu alrededor y te has preguntado cómo es posible haberte levantado ese día sin pensar en él, si no te has aprendido todos sus lunares no te atrevas a decirme que puedes entender a quienes cambian los nombres de las estrellas, a quienes después de diez años siguen con ganas de ver a quien duerme a su lado, a quienes se sonríen a través de los cristales, no te atrevas a afirmar que puedes hacer algo con la mitad de fuerza, a quienes como yo recuperan una hoja de papel de apenas unas semanas antes, ¿quieres una prueba?:

"Cómo puedo no explicarte lo que siento al no sentir tus miradas, cómo puedo callarme sabiendo que mi piel quiere desgarrarse porque tus dedos ya no quieren jugar a recorrerla, cómo voy a ser fuerte si soy consciente del sangrado que me provoca tu sonrisa, si recuerdo cuando la sentía con los labios y le obligaba a perder uno de nuestros autobuses, si sé que despierto y aprieto los párpados rogando levantarme en mayo, si ya no tengo su forma de hablar y el calor de su aliento en mi cuello, mis dedos no se pierden en sus mechones que me empeño en llamar rubios, mis labios no se abren para acoger los suyos, mis manos buscan las suyas a mi lado, pero no está, ya no está, nunca más..."
Suficiente.




+¡Hasta mañana!
*Te quiero.
+¿Qué?
*Que te quiero.
+Ah, y yo a ti...

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