miércoles, 1 de junio de 2011

De princesas.

No quiere que seas ese chico al que ver una hora por la mañana los sábados. Tampoco quiere que le digas que la quieres a modo de saludo, si no vas a saber demostrárselo. Ni siquiera quiere que te hagas amigo de sus amigas, porque no tiene ningún interés en que sus amigas le hablen maravillas de ti si ella no puede hacer lo mismo. Obviamente, no quiere que seas uno de dos, pero muchísimo menos quiere que seas como cuando la llevaste a ello. Y por supuesto no quiere perder otra vez... pero créeme que no quiere ni tiene intención de darte oportunidad de hacerla perder en un futuro.
Lo que quiere es ser la Bella Durmiente, que te atrevas a entrar en su mundo incomprensible y besarla con pasión en una torre custodiada por un cruel dragón. Lo que quiere es llegar a casa y encontrarte en el portal explicándole con una sonrisa que te has escapado de la última hora. Que la veas despertar en Costa Brava con la música de las olas armonizando con vuestra canción. O que un repartidor le traiga un enorme ramo de rosas con un "Buenos días, princesa" a clase. Y que la miren con envidia. Quiere darse cuenta de que tiene algo que la gente podría envidiar, una historia a cuyo lado las Disney parezcan canciones infantiles sin sentido, quiere unas patatas que sepan darle sabor a su vida, y no el sabor del alcohol en el que ahoga sus lágrimas.
Estaba total e irrebocablemente enamorada del amor, o quizá simplemente enamorada de él.

 http://www.mujer.centrodeayudaespiritual.com.ve/wp-content/uploads/2010/02/Esperando-al-Novio.jpg


~La verdad es que teníais una relación muy bonita.
+Sí... digamos que la teníamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario